9 de septiembre de 2008

LA CRISIS QUE VINO DEL OTRO LADO DEL MAR

Hay cosas que me cabrean. Que me cabrean mucho. Una de ellas es la ignorancia. Otra la estúpidez. Pero lo que realmente me repatea es la combinación de ambas. Junta las dos manos, como dijo aquel. Los ignorantes que demuestran además ser estúpidos. Al principio me resultaba gracioso oir cómo algunos paletos sin conocimiento de causa, cual repetidores de radio, se limitaban a la cantinela de "La culpa de la crisis es de ZP", "ZP dimisión" o chorradas por el estilo. Y lo peor es que su estupidez es tan profunda, que aún explicándoles el porqué de la crisis, siguen insistiendo en que la culpa es de Zapatero. Como me dijo alguien de derechas cuando le expliqué porque no debía votar al PP: "Sí, sí, tienes razón. Pero les voy a seguir votando". Es predicar en el desierto y eso acaba secándole la lengua a cualquiera.

Bien, pues aquí y ahora, voy a explicarles a todos esos que hablan sin saber (y quiero creer que alguno habrá que sepa escuchar e incluso entender) los orígenes de la crisis y cómo los poderosos, se ríen de ellos. Lástima que Epi y Blas no puedan estar aquí hoy conmigo, porque su experiencia en Barrio Sésamo me vendría muy bien para explicar esto de tal forma que todas esas personas puedan entender estas enrevesadas teorías económicas.

Veamos, todo empezó cuando en los USA los bancos, que por entonces eran muy ricos ya que la economía les iba bien, se dedicaron a lo que hacen los bancos: a prestar dinero. Y así los norteamericanos de clase media, con todos esos créditos pudieron comprarse casas, y coches y viva la pepa, que nos vamos con los niños al Caribe una semanita. Entonces los bancos, que comenzaron a amasar unos beneficios de la hostia y eran ya asquerosamente ricos se preguntaron: "Macho, ¿qué podemos hacer para ser puñeteramente ricos?" "Pues vamos a darles créditos a los mindundis que aunque ahora no tengan un duro, como la economía va tan bien, ya nos los devolverán cuando consigan trabajo." Y se prestó tanto dinero, pero tanto, tanto, que vinieron para acá, a vendernos sus paquetitos de hipotecas. Y los bancos europeos, como gorrinos al maíz, se lanzaron a comprar los paquetes de hipotecas americanas, donde iban hipotecas buenas (de gente que sabías que te iba a pagar) con hipotecas malas (con gente que no iba a tener un céntimo en años para dárselo al banco). Fue entonces cuando los bancos europeos, y sobre todo los españoles, se apuntaron a la moda. Y a repartir dinero, y a dar créditos blandos y como dijo Quequé en Noche Hache, ponme un Hägen Dazs que los flashes son de pobres. Fue entonces cuando, ¡oh! ¡sorpresa!, hubo gente que no pudo pagar las hipotecas porque los tipos de interés subieron, y las hipotecas subieron y el precio de los alimentos y del petróleo subió y las cosas ya no eran tan de color de rosa. Normal, la gente no paga al banco cuando tiene que pagar al del supermercado por un paquete de arroz. Y claro, ahora los bancos no tienen un puñetero duro ni forma de cobrar lo que se les debe y no dan un sólo crédito. La gente ahora tiene que pagar sus hipotecas y la gasolina que ha subido y el pan, que ha subido y muchas otras necesidades, así que tiene que salir de cañas (en el caso de España al menos) sólo tres veces a la semana. Y como se compra menos por parte de los curritos de a pie, pues las empresas dicen que para qué quieren 200 empleados, cuando con 50 pueden ir tirando. No las culpo. Nadie quiere ganar 10 millones de mierda cuando echando a 150 trabajadores puedes ganar 30. Por supuesto, la culpa de todo esto es de ZP.

Si después de leerte esta pequeña explicación, que vale, reconozco que está hecha muy por encima y es muy burda, pero que en lo esencial nos sirve, sigues pensando que la culpa es de ZP, no me resta más que mandarte a hacer puñetas sin más ceremonias. Si por el contrario, ahora piensas que lo mismo la culpa de la crisis no es tanto de los socialistas, como de unos banqueros sin escrúpulos que pretendían enriquecerse a costa de gente como tú y como yo, entonces creo que el tiempo invertido en escribir esto ha merecido la pena.

Pero aquí no acabará la cosa. Recordad esto: los beneficios que obtuvieron los bancos... esos son de ellos y no los veremos nunca, pero ahora que por su culpa estamos de mierda hasta el cuello y nos la tenemos que comer solitos de un bocado, amigo, ahora es cuando los bancos entienden el concepto solidaridad, porque las pérdidas, esas sí, son de todos.

P.D: Aquí os dejo un enlace donde podréis enteraros a fondo y de una forma clara de cómo ha surgido esta crisis http://www.nachogiral.com/2008/03/explicacin-la-crisis-financiera-que-nos.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

Salud a todos y gracias a mi querido amigo Lothar por esta acertada reflexión.
Me atreveré, también con ánimo de incordiar, a añadir más leña al fuego, a ponerle más pinchos a la almohada, a untar el papel higiénico en más aceite. Quiero añadir una nueva causa, esta vez interna, a la crisis que sufrimos. Estoy hablando de la burbuja inmobiliaria y su inexorable reventón.

Estoy absolutamente convencido de que, incluso con la crisis hipotecaria de EEUU, España habría aguantado bastante bien la acometida de la crisis internacional. Si no fuera porque nosotros, los españolitos, también la cagamos bien cagada. Se nos venía hablando de la burbuja inmobiliaria y de que un día reventaría, desde hacía años. El crecimiento puntual, exagerado y desmesurado de las zonas urbanizadas, del número de viviendas, de las inmobiliarias y de todas las empresas relacionadas con la construcción (cocinas, carpintería, ventanas, puertas, gas, etc) sorprendía a todos. Una sorpresa de todo grado hipócrita, diría yo, cuando éramos los propios ciudadanos quienes comprábamos aquellas viviendas, por precios cada vez más altos, crucificándonos para 50 años con hipotecas bestiales. Vamos a comprar una casa por 30 millones, que de aquí a un año la vendemos por 40, y el que la compre por 40 la venderá por 50 y así...
Y así, nos dieron por culo. Porque un buen día se acabó el dinero, que no se estira, y se acabaron los compradores, y ya todo el mundo tenía una hipoteca. Para pagar un piso, seguramente de mierda, en una urbanización de pisos vacíos que se vendieron muy por encima de su precio lógico. Ahora nadie puede venderlos porque nadie puede comprarlos.
La sociedad española se lanzó a la especulación familiar con viviendas, porque creyó, en su ya tradicionales estupidez e ignorancia, que el boom de la compraventa de pisos iba a durar por siempre. Y además, sorda, pues hizo caso omiso de los avisos de la burbuja inmobiliaria.
Ahora, suben los precios (nueva causa de la crisis: el petróleo, otro tema que se las trae), los bancos no dan hipotecas, la gente no se va de vacaciones porque NO HAY UN DURO, estamos pagando el piso mierda que pensábamos vender y forrarnos.
Creo que la sociedad española tiene lo que merece, pues es la culpable de la burbuja inmobiliaria, y pedir responsabilidades al gobierno (que, entre las cosas que ha hecho bien, está la ayuda a las familias, de mil formas) es una hipocresía y un egoísmo fuera de lo normal. La única disculpa que tiene quien lo hace es su ignorancia y su estupidez.

Ich, Herrgott.