30 de septiembre de 2008

DERECHO A VIVIR O DERECHO A ELEGIR

Se ha abierto el debate. O eso dicen. Aborto sí o aborto no. Pero antes de nada, ¿cuál es la situación del aborto en España? El aborto fue despenalizado en este país en 1985, siempre y cuando se diera uno de los siguientes supuestos:
  1. Grave peligro para la vida o salud física o psíquica de la embarazada.
  2. Embarazo por violación.
  3. Presunción de graves taras físicas o psíquicas para el feto.
Las mujeres tienen permitido abortar hasta las 20 ó 22 semanas de embarazo, ya sea mediante el método farmacológico o el quirúrgico. Hasta aquí, la situación en la que se encuentra nuestra legislación. Uno podría pensar que qué bien, que para qué legislar nada si la mujer puede abortar tranquilamente, que si pitos y que si flautas. El problema está en que la mujer no tiene apenas poder de decisión. La decisión final la tienen otras personas: médicos, ginecólogos, etcétera. ¿Eso es libertad de elección para la mujer?

El actual debate se está enfocando mal desde el principio. Para empezar los que se van a sentar en la mesa a discutir el asunto son personas que no deberían estar sentadas ahí (ni en ningún otro sitio) y son aquellos que se rigen por la fe y la costumbre, o sea, la Iglesia. Un obispo hablando de familia, nacimiento o matrimonio es como un niño de preescolar hablando de transplantes cardíacos: ninguno de los dos sabe de lo que habla ni tiene experiencia ni conocimientos al respecto. Una vez eliminados los religiosos del debate, éste podría llevarse a cabo desde la ciencia médica y la ética filosófica. Porque la pregunta que se debe responder es ¿qué es la vida humana?

No nos engañemos. Un óvulo fecundado no es vida humana. Es una simple célula con potencial para la vida humana. ¿Sólo por eso hay que destrozarle la vida a una mujer y obligarla a desarrollar ese potencial? Si fuera así, hasta los espermatozoides son vida humana, puesto que tienen potencial para la misma. ¿Debemos denunciar a todos los que se masturban y encarcelarlos como asesinos de niños? Vamos hombre, tened un poco de vista. Además, si realmente fuera vida, ¿por qué los defensores de los derechos del óvulo fecundado no exigen prisión para las madres abortistas? Si abortan, matan. A la cárcel con ellas ¿no? ¿Y tratan de decirme que el óvulo fecundado es vida excepto en los casos de violación, daños para el feto o para la madre? ¿En esos casos no es vida? No soy estudiante de medicina, pero supongo que los médicos pueden averiguar a partir de qué momento del embarazo el feto comienza a tener sensaciones humanas. En qué momento sus terminaciones nerviosas están desarrolladas y le permiten sentir lo que le rodea. A partir de ese momento es cuando debería estar prohibido el aborto. A partir de ese momento es cuando hablamos de auténtica vida humana. Y punto. Todo lo demás es puro dogmatismo, creencias y fe. Y esas no han de tener lugar en un debate científico y ético.

Ahora bien, yo no me considero un abortista a ultranza. Creo que la mujer tiene derecho a decidir si desarrollar el potencial para la vida del óvulo fecundado, pero también tiene la responsabilidad de sus actos. Obviamente, una mujer que usó métodos anticonceptivos que fallaron no deseaba ese embarazo. Tiene todo el derecho del mundo a abortar. Pero a aquellas que no toman medida alguna y luego pretenden tener derecho a decidir yo les respondo que haber decidido ponerle el preservativo a su novio (o rollo de turno). El aborto no es como la píldora, el condón, el DIU y otros tantos sistemas. No es un simple sistema anticonceptivo, que es lo que muchos proabortistas intentan vender. Si la mujer quiere decidir, debe ser consciente de lo que hace, con quien lo hace y cómo lo hace. Por último están los médicos que deciden no practicar abortos o no facilitar la píldora para interrumpir el embarazo. Ellos podrán quedarse con la conciencia limpia, pero han jodido una vida para traer otra, y en algunos casos, han jodido incluso las dos. Me parece muy bien que no quieran mancharse las manos, pero tienen la obligación de cumplir con su trabajo, ya sea por sí mismos o delegando. Así que nada de decir "NO" a la mujer y quedarse con cara de santo. Si el médico no quiere, que lo delegue, informe a la mujer, le de todas las indicaciones necesarias y no la deje en la estacada. Cualquier médico que haga menos que esto debería ser despedido por no cumplir con su trabajo.

Por lo tanto, en el tema del aborto basta con exigir responsabilidad a las mujeres, profesionalidad a los médicos y no exigir nada a la Iglesia. Que cada cual decida para su cuerpo y deje que los demás hagan lo propio con los suyos.

1 comentario:

osids dijo...

No te engañes a la gente le encata decidir por nosotros no hay nada que mas morbo le de que decidir por nosotros y ver como nos joden vivos