12 de septiembre de 2008

EL REFERÉNDUM VASCO

Los políticos vascos no pierden cuerda. Perdón, rectifico, los nacionalistas vascos no pierden cuerda. Ahora están referéndum para arriba, referéndum para abajo. ¿Cómo pueden estar tan ciegos? Obviamente, Ibarretxe y compañía necesitan un transplante de córnea urgentemente.

En su línea, siguen intentando vender castillos en el aire a la ciudadanía vasca. ¿Independentismo? ¿Por qué? ¿Qué utilidad tiene? En el momento en el que consiguieran la independencia, perderían gran parte del mercado español. Mirad lo que ocurrió con el boicot al cava catalán. Se acojonaron vivos. Y no lo digo yo, lo dicen los propios datos. El País Vasco exporta unos 3470 millones de euros al extranjero (Italia, EEUU, Alemania y Francia) frente a los 57790 que exporta a España, sin incluir a la propia Euskadi. Y no sólo económicamente hablando la independencia les saldría cara. Una vez lograda la independencia, los criminales que ahora matan vascos diciendo que lo hacen por su libertad (ya sabes eso de Euskadi ta Askatasuna y me llevo por delante a quien haga falta) exigirían sus cotas de poder. El País Vasco se convertiría en un estado gobernado por asesinos y con una economía mucho peor de la que tienen ahora mismo, y eso que según los nacionalistas el resto de españoles nos comemos sus recursos.

Exigen libertad y autodeterminación. Claman al cielo por la opresión del gobierno español. Yo les digo que se den una vuelta por Corea del Norte, China o Myanmar a ver si entienden cual es el concepto de opresión y falta de libertad. Malditos demagogos. Estúpidos hipócritas. ¿Cómo pueden tener la fortaleza testicular de decir que están oprimidos?

Los políticos nacionalistas viven en un mundo imaginario. Hablan de la nación vasca, de sus tradiciones, su historia y muchas otras cosas sin contarle a la gente que el nacionalismo vasco es un invento de apenas 100 años de antigüedad. Un tal Sabino Arana (un derechista que abogaba por la unión Iglesia-Estado, con eso lo digo todo) fue quien lo inventó, intentando relegar además a los vascos a una vida de agricultura y ganadería. Me pregunto cuántos vascos que enarbolan la ikurriña saben de dónde viene ese sentimiento patriótico. Me lo pregunto y me lo respondo: pocos.

Por eso pido, no ya a los políticos, que están ciegos y sordos a la realidad, sino a la sociedad vasca, que abran los ojos. Que miren a su alrededor. Que sean conscientes de que los nacionalistas luchan contra sus intereses. Que sean conscientes de que en momentos de crisis económica, en momentos en los que las prestaciones sociales pueden correr el riesgo de irse por la letrina, en momentos en los que la precariedad laboral aumenta y las empresas buscan mayores beneficios a costa de los ciudadanos, los nacionalistas siguen vendiendo humo . Pido a los vascos que nieguen su apoyo a personas a las que les importan un bledo sus necesidades y que sean realistas y luchen por sus propios intereses, que en definitiva, son los mismos que los de todos los españoles y en general, los de todos los ciudadanos del mundo.

No hay comentarios: