5 de mayo de 2009

DIGNIDAD INFORMÁTICA (Y VAN DOS)

¡Buenas a todos de nuevo! Supongo que los menos me habéis echado de menos, y los más... pues no. La verdad es que he tenido el blog bastante olvidado por unos motivos u otros, y va siendo hora de retomarlo. Y qué mejor forma de hacerlo que volviendo a hablar de los INGENIEROS INFORMÁTICOS

Hoy he estado hablando con algunos compañeros sobre las condiciones que cierta empresa de Cáceres (para mantener el anonimato de la susodicha la llamaremos IN. SA.) y no he podido evitar que la sangre me hirviera. Veamos... un salario acorde al trabajo realizado (suerte tienes si llega a los 1000 euros mensuales), una jornada laboral flexible (sobre todo porque te la estiran como quieren) y unas vacaciones maravillosas (a discreción de la empresa).

Y ahora hablemos seriamente. La empresa ofrece salarios ínfimos, salarios que no van acordes a la situación real, ni al trabajo que han de realizar los informáticos que tienen metidos en una nave industrial (¿por qué me viene a la mente la imagen de niños cosiendo zapatillas de Nike?) Normalmente el salario ronda los 900 euros mensuales, y eso con suerte, porque lo normal es que te metan en prácticas pagando la mitad o menos. Y ni tan siquiera aceptan que la formación forme parte del trabajo. Las horas extras... bueno, no reciben ese nombre. Si lo recibieran, habría que pagarlas. La dirección simplemente "invita" a trabajar esas horas por necesidades del proyecto. Es cierto que hay picos de gran actividad, eso ocurre en todas partes, pero en muchas ocasiones, como es la que nos ocupa, esos picos vienen por una mala gestión y una peor planificación de las tareas por parte de la dirección. Lo menos que deberían hacer es PAGAR las horas extras. Y no estoy diciendo barbaridades, que viene estipulado por ley. Pero claro... traga y agacha la cabeza, no sea que te den la patada en el dos de oros y busca un nuevo trabajo en esta economía y en esta crisis.

Las vacaciones... es tema aparte. Teóricamente se negocian de antemano con la empresa y ésta debe cumplir lo estipulado. Pero eso es otra utopía, porque la empresa hace lo que le viene en gana, cambiando las fechas e "invitando" a los trabajadores nuevamente a aceptar estas condiciones. Y todo esto sería para poner el grito en el cielo si no fuera porque a aquellos (y este caso es verídico) que hablan de sindicatos o de exigir un trato digno y justo, se les despide bajo excusas que ocultan la realidad: que los trabajadores de esta empresa son humillados y sus derechos, pisoteados.

¿Y sabéis qué es lo peor? Que todos tragan. Que bajan la cabeza y lo aceptan como algo normal. Ya hubo compañeros que intentaron concienciar a los trabajadores de la empresa, mediante correos y demás, puesto que de forma descubierta, ya sabéis lo que ocurre. ¿Y qué recibieron? Indiferencia en el mejor de los casos y hostilidad en algunos de los peores. A veces me pregunto hasta qué punto puede llegar la estupidez humana.

Por eso hago un llamamiento a todos los ingenieros informáticos, técnicos informáticos y demás compañeros del sector que no traguen ante estos abusos. Que los aireen. Que luchen por sus derechos, que son los de todos. Porque ante todo, somos personas y trabajadores que merecen un respeto y tienen derecho a la dignidad.